viernes, 3 de febrero de 2012

PUNTO DE ACUERDO PARA LA CREACIÓN DE UNA NUEVA REGIONALIZACIÓN DEL ESTADO


CC. SECRETARIOS DE LA MESA DIRECTIVA
DEL HONORABLE CONGRESO DEL ESTADO
LIBRE Y SOBERANO DE PUEBLA
P R E S E N T E S.



         El suscrito Diputado José Lauro Sánchez López, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, de esta Quincuagésima Octava Legislatura Local, con las facultades que me conceden los artículos 63 fracción II, 64 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla, 17 fracción XI y 69 fracción II de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Puebla, 93 fracción VI y 128 del Reglamento Interior del Honorable Congreso del Estado de Puebla, me permito someter a consideración de esta Soberanía un Punto de Acuerdo de conformidad con lo siguiente; y


C O N S I D E R A N D O


Que en 1986, las necesidades de planeación y desarrollo económico y social de nuestro estado llevaron al Gobierno de aquella época a plantear una división del territorio estatal, dando como resultado la conformación de siete regiones socioeconómicas.

Quienes realizaron el trabajo mediante un esfuerzo loable, emplearon los escasos recursos metodológicos, informativos e informáticos de la época, una tipología elemental basada en factores muy agregados de orden geográfico, étnico, cultural y de una incipiente red de comunicaciones y transportes terrestres que vinculaba el territorio.
El resultado de este esfuerzo sin precedente fue una regionalización muy extensa y diversa en su integración: territorial, demográfica y productiva.

         Una regionalización sin una relación orgánica con la Ley de Planeación para el Desarrollo del Estado de Puebla, y sin una Ley específica que ordenara y orientara los esfuerzos gubernamentales, privados y sociales hacia el desarrollo de cada una de las siete regiones.

Por otro lado, el demandante crecimiento de las zonas urbanas, principalmente de la ciudad de Puebla y su zona conurbada, empezaba a concentrar atención y recursos con grandes obras como la Central de Abasto, la Central de Autobuses, el Circuito Interior, entre otras, que atraía corrientes migratorias e inversiones, marcando un desequilibrio abismal en el desarrollo regional del Estado.

A esto debemos que hoy el 70% de la población se concentre en tan sólo 13 municipios de la región 2 del Estado, mismos que representan la zona conurbada de la ciudad capital.

Esto también explica por qué el 85% del Producto Interno Bruto del Estado se genera en la misma región 2 denominada “Angelópolis” o zona metropolitana de la ciudad de Puebla.

Este contrastante desequilibrio en el desarrollo de las regiones de Puebla es producto de inercias políticas y administrativas centralistas y de la inoperatividad de la planeación en la promoción del desarrollo económico y social.

Es producto de la inexistencia de una legislación específica que redistribuya los recursos públicos de una manera eficiente, proporcional y eficaz.
De aquí la dispersión demográfica, la pobreza y la marginación que vive una tercera parte de la población estatal, y los movimientos migratorios del interior del Estado hacia Puebla capital, a otras ciudades del país y desde luego al extranjero.

Pero lo delicado del asunto no termina únicamente en esto, toda vez que por la falta de prácticas productivas planeadas, con tecnología eficiente y sustentable, nuestro Estado ha propiciado la sobreexplotación de sus recursos naturales, ocasionando daños ambientales y, por lo tanto, afectación en el tejido productivo.

Estos daños ambientales que originan la deforestación y la erosión de suelos, son la razón principal de que hoy Puebla ya no logre producir la cantidad y diversidad de alimentos que demanda su creciente población, pues a pesar de vivir en una zona metropolitana, la gran mayoría no encuentra un nivel de vida congruente con sus aspiraciones, por la falta de producción de riqueza y mecanismos legítimos de distribución del ingreso.

A esta inoperancia de la regionalización como herramienta para la planeación se debe también que la mayoría de las dependencias del ejecutivo del Estado, así como el gobierno federal a través de sus delegaciones, haciendo caso omiso de la regionalización socioeconómica de 1986, se hayan visto en la necesidad de impulsar regionalizaciones propias para desarrollar sus programas sociales y de fomento, tales son los casos de: la Secretaría de Desarrollo Rural, la de Servicios de Salud Pública, la Secretaría de Educación Pública, entre otras.

Esto nos ha llevado a una planeación regional ineficaz, y a una evidente dispersión de esfuerzos y recursos, que hoy se reflejan en magros indicadores de crecimiento económico y desarrollo humano.
Pero esta situación debe convocarnos a plantear la necesidad de aprovechar la presente coyuntura de reformas, de renovación y reorganización de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, para plantear una nueva regionalización de nuestro Estado.

Una nueva regionalización que mediante una mejor organización social, política y económica, nos conduzca a la unidad de esfuerzos públicos, privados y sociales que permitan controlar y revertir los desequilibrios y el deterioro ambiental, para que mediante adecuados ejercicios de planeación y focalización regionalizable de programas e inversiones gubernamentales podamos motivar nuevos procesos productivos sustentables y con un uso eficiente y aprovechamiento racional de los recursos naturales.

Procesos productivos compatibles con las características del territorio, con base en vocaciones productivas y cadenas de valor de cada una de las regiones, a fin de restaurar el tejido productivo con esquemas rentables para los productores y conservando la habitabilidad del territorio.

Se trata de impulsar una estrategia de regionalización, planeación y desarrollo regional para encauzar a nuestra entidad federativa por una vía de crecimiento económico y desarrollo social multirregional con sustentabilidad, debiendo considerar la actualización del marco legal vigente que garantice estas acciones y lograr el objetivo.

En respuesta a esta insoslayable realidad que vivimos como sociedad en nuestra entidad federativa, en términos de lo expuesto y fundado tengo a bien someter a consideración de esta Soberanía el siguiente


P U N T O    D E   A C U E R D O

PRIMERO.- Que en un ejercicio de diálogo institucional entre el Poder Legislativo y Ejecutivo, convoquemos a una Alianza Política y Social por el Crecimiento Económico del Estado.

Un acuerdo que se materialice en la firma de un convenio que permita impulsar conjuntamente la creación de una nueva regionalización del Estado, la elaboración de una nueva Ley de Planeación y la creación de una Ley de Desarrollo Regional, considerando que este marco normativo es imprescindible para enfrentar los retos económicos y sociales de Puebla.

SEGUNDO.- Que este convenio tenga como propósito la integración de un consorcio de instituciones públicas federales, estatales, del sector académico, científico y social, liderado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), para que desarrollen la metodología y realicen el estudio que dé como resultado la propuesta de una nueva regionalización para el Estado.

TERCERO.- Que en tanto el consorcio de instituciones elabora la metodología y realiza el estudio, las comisiones competentes del Poder Legislativo, una representación correspondiente del Poder Ejecutivo, el Colegio de Economistas del Estado y otros interesados, lleven a cabo la realización de una consulta pública, a efecto de elaborar la nueva Ley de Planeación para el Crecimiento Económico del Estado, así como la elaboración de la Ley para el Desarrollo Regional del Estado de Puebla.

Mientras tanto, y para iniciar los trabajos, el que suscribe entrega en este acto un proyecto de Ley de Planeación y otro proyecto de Ley de Desarrollo Regional, que como material de trabajo deberán ser revisadas, enriquecidas o complementadas.

CUARTO.- Que la Ley de Planeación para el Crecimiento Económico del Estado, y la Ley para el Desarrollo Regional del Estado de Puebla, deberán guardar congruencia con la nueva regionalización y armonía plena con las leyes en materia de Contabilidad Gubernamental, de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, la Ley de Desarrollo Social, la Ley de Desarrollo Económico del Estado, la Ley de Desarrollo Rural y la Ley de Ciencia y Tecnología del Estado.

QUINTO.- Que una vez concluidas y consensuadas las propuestas de la nueva regionalización del Estado, la Ley de Planeación para el Crecimiento Económico del Estado, la Ley para el Desarrollo Regional del Estado de Puebla y la armonización con las antes mencionadas, deberán ser sometidas a esta Soberanía para el trámite correspondiente.


A T E N T A M E N T E
Heroica Puebla de Zaragoza, a 07 de marzo de 2011

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